miércoles, 25 de mayo de 2016

LA NOTA

Desperté a las 3:00 am, simplemente abrí los ojos y en el despertador de la mesita de noche marcaban las 3:00, hacían ya tres noches que me despertaba a esa hora, abría los ojos, veía la hora y sentía un escalofrío que me recorría la nuca, porque esa es la hora del diablo, decía mi difunta abuela, esa hora es la que utiliza el diablo para burlarse porque Jesucristo murió a las 3:00 de la tarde, pero, esa madrugada, era distinta, porque alcancé a ver a través de la luz que entraba por la ventana esa nota blanca que brillaba en la oscuridad, la podía ver en la mesa del comedor desde mi cama, y no sé porque sentía esa extraña urgencia por alcanzarla, pero, el peso que que sentía en mi pecho por la mano negra que me oprimía el corazón me impedía levantarme. Podía ver como las sombras de los demonios se arrastraban desde debajo de mi cama saliendo lentamente y paseaban bailando entre las penumbras, trataba de ignorarlas mirando la nota blanca, si pudiera quitarme este miedo paralizante y levantarme...., pero no podía, la respiración de ese ser fatuo que tenía a mi izquierda me paralizaba y me impedía moverme, miraba el reloj, las 3:03, me parecía que había pasado una eternidad desde que abrí los ojos y veía como las brujas volaban alrededor de la lámpara riéndose con esa risa chillona que me helaba la sangre, tenía que levantarme, sentía que el peso de enorme garra estaba quitándome el aliento, si no lograba levantarme y coger esa nota blanca de la mesa seguro que era mi fin, armándome de valor, y con todas mis fuerzas cerré los ojos, y me levanté pesadamente de la cama, bajé los pies al suelo e ignorando las manos heladas de los muertos que aún quedaban debajo de la cama me arrastré hasta la puerta tratando de no molestar a los duendes que me miraban con esos ojos inyectados de sangre desde el rincón, esa nota, sabía que en ella había un secreto que salvaría mi vida y enviaría a los demonios que se arrastran al infierno, no sé porqué, pero lo sabía, me tomó una eternidad llegar al comedor, sudaba frío y todo mi cuerpo temblaba, sentía aún la presión de la ansiedad en mi pecho, pero estaba ahí, tomé la nota en mis manos y la abrí temblando de ansiedad y angustia, leí lo que decía en voz alta, como un conjuro, como un decreto, como una oración si hubiese sido creyente: -Cariño, no olvides tomar la medicación, sabes que el psiquiatra es muy estricto con los anti psicóticos desde el incidente...te amo...Mamá-

Miré el reloj de reojo, y eran ya las 3:00 de la tarde.

La nota salvó mi vida.

martes, 24 de mayo de 2016

OJOS CAFÉS

Era una mañana fría y lluviosa, iba de camino al trabajo, a paso lento recorría la calle que me llevaba al sitio que día a día me chupaba toda la fuerza y la energía, pensaba en lo mal agradecida que soy a sentir tanto tedio contra lo que, si bien me da de comer, también me estaba volviendo loca.
Siempre me han fastidiado enormemente las “ferias” que se forman alrededor de un accidente, o un suceso tan desgraciado como cuando dos coches se chocan y hay un herido desfallecido en la acera, me ha molestado mucho ver cómo la gente tiene una falta de educación y sensibilidad ante tan delicado suceso, solo les falta ponerse a vender palomitas de maíz para los espectadores, pero, esa mañana gris, fue diferente….
Junto a la calzada se reunía un gran grupo de personas formando un corro alrededor de lo que a simple vista daba la impresión de ser un maniquí, no sé qué fuerza desconocida hizo que en contra de mis costumbres me acerque a mirar, llegaba tarde al trabajo (otra vez) llovía y hacía frío, pero me acerqué, y lo vi… no tenía más de quince años, es casi de la edad de mi hijo –pensé- estaba tendido en la fría acera, parecía que dormía, no puede evitar recordar como cada mañana beso a mi adolescente dormido en la frente antes de salir de casa, sentí como un escalofrío recorría mi nuca, llevaba una chompa azul y unos jeans, no tenía más que una cortada en la frente, por lo demás, parecía simplemente que estaba tendido en el suelo tratando de jugar una broma a los ilusos que se quedaban parados a mirarlo con cara de curiosidad mezclada con pena.
Según escuché a los testigos, el chico caminaba tranquilamente por la acera, cuando un taxi se acercó a toda velocidad, perdió el control y lo arrolló, ni siquiera se tomó la molestia de constatar si se trataba de un perro, porque, según lo que decían, dio marcha atrás y huyó así como llegó, solo habían visto una mancha amarilla alejarse a la velocidad del rayo, nadie alcanzó a fijarse en la matrícula, el muchacho quedó tendido en la acera, su mochila no había durado  ni 5 segundos a su lado,  porque los inaprensivos se la llevaron en cuánto la cabeza del muchacho tocó el suelo, alguien había llamado al 911 y estaban esperando que llegase la ambulancia, mientras tanto, no quedaba más que esperar,  mirando como su cara de ángel de ojos cerrados iba palideciendo cada vez más.
No sé cuánto tiempo pasó desde que llegué, solo podía pensar en la joven vida que se había perdido en el frío asfalto, caía una fina lluvia sobre nosotros, el chico no respiraba y parecía dormir…si no fuera por esa cortada en la frente-pensaba para mis adentros, cuando de pronto, volví la cabeza a mi derecha, no sé porque, era como si una mariposa hubiese pasado a mi lado volando, y lo vi…el muchacho tendido en la acera estaba parado a mi lado viendo su propio cadáver sobre el suelo…me tomó unos segundos darme cuenta de que era él…, era él, la misma ropa, la misma cara de ángel, solo faltaba la cortada en la frente, lo miré atónita y se volvió y me dijo: puedes verme?
Le dije: sí, te veo..!!, extrañamente no sentía miedo, ni inquietud, simplemente estaba sorprendida de encontrarlo ahí, parado, a mi lado, como cuando te encuentras en el autobús a un viejo amigo que no veías hace años, le dije: si, puedo verte…;  me respondió: que es lo que está pasando?, no entiendo nada…  le expliqué con la mayor naturalidad del mundo lo que había pasado, que le habían arrollado, que estábamos esperando a los paramédicos pero en balde porque desgraciadamente estaba muerto… me miró con sus enormes ojos cafés y me dijo: y ahora, que hago?, mientras tanto la ambulancia se acercaba hacia donde nos encontrábamos, alguien lo había cubierto con un plástico, y aturdida por el llanto histérico de  la sirena de la ambulancia le dije…-has lo que sientas, seguro que dentro de tu corazón tienes la respuesta, seguro que si buscas muy dentro sabrás…., los paramédicos habían llegado, y según la cara que tenían después de haber examinado al caído, las cosas no iban nada bien…
No sé cuántos segundos pasaron desde lo que le dije, hasta que el paramédico miró al otro negando con la cabeza y entre que la gente empezó a murmurar, fue como si el tiempo se hubiese detenido, solo recuerdo sentir su aliento helado sobre mi oreja diciéndome: tienes razón, sé lo que tengo que hacer….

Y en ese momento, el muchacho tendido sobre la acera, abrió los ojos…..

LUNES GRIS

Cabeceaba pesarosamente sentada en el asiento junto a la ventana del autobús, iba de camino a casa después de un largo lunes en la oficina, cerré los ojos, 1 segundo, y fue cuando sucedió todo…
Escuché un grito de mujer y un fuerte estruendo, miré por la ventana y alcancé a ver como los negros bucles de su pelo caían sobre la acera, era como si todo transcurriera en cámara lenta, me bajé del autobús, mi parada estaba más adelante, pero pudo más mí…sentido humanitario?, no, más bien curiosidad morbosa  y me acerqué, estaba tendida junto a la calle, el bolso con sus cosas había volado por los aires desparramando todo su contenido, me agaché a recoger una foto que había caído a mis pies y era una foto instantánea con restos de lápiz labial, era un niño, tendría unos 5 años, pensaba en quién tendría la desgraciada tarea de decirle a esa criatura de mejillas rosadas que su joven madre/hermana yacía sobre la acera de la 10 de agosto con sangre brotando de su cabeza, me acerqué a ella, parecía dormir, no tenía ningún rictus de dolor ni mucho menos en su cara, tendría poco más de 20 años, y era hermosa, hermosa como solo es la gente que no sabe que lo es, tenía los ojos cerrados, el único movimiento que se veía a su alrededor era la sangre que brotaba de su cabeza y teñía lentamente el  pavimento, me preguntaba de qué color tendría los ojos, si es que los enormes ojos del niño de la foto también se verían en ese hermoso rostro que yacía tendido en la calle.
Cien metros más adelante un taxista iracundo despotricaba contra el policía de tránsito blandiendo su identificación de la federación de taxistas en sus narices, defendiéndose, y repitiendo una y otra vez: ella se cruzó! Ella se cruzó!

Pasaron los minutos, no sé decir cuántos, hasta que llegó la ambulancia con su llanto lastimero, siempre he pensado que la “banda sonora” de una desgracia es el sonido de una sirena,  se bajaron dos paramédicos, eran de mediana edad, tenían toda la urgencia de alguien que lleva años curtiéndose el ánimo con cadáveres y accidentes, tenían en el rostro una expresión de hosca preocupación  aprendida con los años, se agacharon la recogieron y la subieron a la camilla,  las cosas parecían no ir nada bien, no le pusieron oxígeno ni parecían llevar prisa, sus caras indescifrables no me daban ninguna respuesta, se la llevaron en la ambulancia, la gente se dispersó, y me acerqué a recoger las cosas del bolso de la chica que habían quedado, obviamente el celular y el dinero habían desaparecido, entre chicles y llaves buscaba algo, algo que me diga cuál es el nombre de la mujer que iba en la ambulancia enfrentándose a su destino, algo que me indique como puedo comunicarme con los familiares de la chica para informarles que había pasado con su adorada, algún indicio de quién era para poder saber dónde debo entregar la foto del niño cachetón con marcas de lápiz de labios, ensimismada en mis pensamientos, con el corazón encogido con la empatía, que es mi don y mi maldición, encontré un sobre, lo abrí con la esperanza de encontrar algún dato de la bella durmiente, era unos exámenes de laboratorio, dos hojas, en concreto, tenían manchas de humedad secas, como si algo hubiese goteado sobre ellas desvaneciendo un poco la tinta de la impresión, tenían la fecha de ese lunes gris, estaban todos los datos de la muchacha, los cuáles ya no recuerdo, mi nublada mente solo puede pensar en los resultados obvios que a todas luces, incluso, ante los ojos de una ignorante en medicina como yo estaban claros, decía el primero: examen de embarazo: positivo, y el segundo: VIH:  positivo.

..Nunca un “positivo” me ha parecido más negativo…



PEQUEÑOS PSICÓPATAS

Cuando vemos en los noticieros que algún asesino descuartizó a su vecino, asesinó a no sé cuántos, y devoró a otros más, nos horrorizamos y no podemos creer que haya gente de este tipo, si buscas en Wikipedia "psicopatía" encuentras: que es un trastorno antisocial de la personalidad, y se te viene a la mente Charles Manson, Ted Bundy, El monstro de los andes, etc., pero, no se te ocurre pensar que tenemos a pequeños psicópatas emocionales a nuestro alrededor?, si, a es@ ex novi@ que sin importarle nada se fue con otr@ y te rompió el corazón, a ese marido que cada semana llega borracho y golpea a tu vecina, a tu "amig@ que se volvió loc@ y dejó de ser el ser dulce y amable que era para convertirse en una persona cínica porque: "la vida le ha tratado mal", claro, eso son psicópatas emocionales que matan, descuartizan, violan y destruyen sentimientos, que si bien, no te clavan un puñal tangible por la espalda, lo hacen de manera intangible con sus acciones totalmente faltas de empatía y terriblemente egoístas, no te quitan la vida, pero hacen pedazos tus sentimientos con sus acciones y se justifican con "desmotivaciones" de Facebook diciendo que lo hacen por "amor propio", resulta que ahora todo el mundo es filósofo de excusado y anda pregonando a los 4 vientos lo mucho que se ama porque solo piensa en sí mismo más que en los demás, porque piensa en sus propios egoístas intereses dejando de lado a su prójimo, que basa su crecimiento y madurez espiritual en la forma hecho mierda que trata a los demás porque "no permite que le hagan más daño"; entiendo que es necesario entonces que haya un terremoto de 7,8 para sacar lo mejor de los seres humanos? pero, como te puede importar lo que le pasa a un perfecto desconocido que se le cayó la casa encima, si ni siquiera te importa cómo se siente tu vecino, tu amig@, tu conocido, tu familiar al que ves todos los putos días, si no te interesa como se siente porque estás más preocupado en fomentar tu propio "crecimiento" y madurez personal volviéndote cada vez más egoísta, antipático, interesado y posteando en el Facebook desmotivaciones para propagar a los 4 vientos lo grande que eres y lo mucho que te quieres. Vamos para atrás, no estamos evolucionando, estamos yendo para atrás cuando más necesitamos ir para adelante, estamos escondiéndonos detrás de nuestro dispositivos inteligentes para despersonalizar ese abrazo que tu igual tal vez necesita, estamos en un mundo en que si alguien deja de servirte, apoyarte o acompañarte simplemente lo reemplazas, lo posteas y te vanaglorias de tu amor propio, pero adónde nos llevará este comportamiento individualista?, a terminar resentidos como hienas riéndonos con sonrisas falsas vanagloriándose de lo mucho que nos parecemos a los leones cuando en realidad solo somos un montón de carroñeros egoístas que solo comemos cadáveres, y lo que peor, sintiéndonos orgullosos de serlo.